Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica y difícil es ocupar el corazón de alguien.
Fácil es juzgar los errores de otros y difícil es reconocer nuestros propios errores.
Fácil es herir a quien nos ama y difícil es curar esa herida.
Fácil es perdonar a otros y difícil es pedir perdón.
Fácil es soñar todas las noches y difícil es luchar por un sueño.
Fácil es decir que amamos y difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás y difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es pensar en mejorar y difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo.
Fácil es recibir y difícil es dar.
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