Esos días tristes donde la fuerza y la luz se extinguen. Esos días en los que las lágrimas llegan y la soledad persigue. En los que parece que todo está perdido, que no hay salidas, que no hay caminos.
No hay días que duren para siempre, y se que existen días tristes porque yo dejo que existan.
El tiempo no se detiene, soy yo que por desesperación o necesidad me detengo en él.
Seguir caminando, seguir luchando, darle cuerda al reloj personal…
Hay momentos de llanto, de soles negros y de lunas rotas, pero son solo eso: MOMENTOS, no los quiero convertir en días, en semanas, en meses!!
Si alguien me dio la espalda, si alguien lastimó mi corazón, si alguien me dejo para siempre, por supuesto que voy a estar triste y voy a sufrir, pero no quiero hacer mi dolor eterno, quiero ponerle un final a la angustia y decir: hasta acá llego, porque de ahora en adelante voy a tener que sonreír, y voy a tener todas las posibles razones para ser feliz.
En mi vida, voy a tener buenas y malas experiencias, buenas y malas compañías, buenos y malos consejos; pero depende de mi prestar atención y enfocarme en lo positivo.
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