Pasan los días, pasa la vida. Mañanas, amaneceres sin ningún sentido. Noches en las que intentar dormir se convierte en todo un reto.
Todo es distinto, yo lo sé, y sé que él también lo sabe.
Intento no pensar que nuestras vidas cambiaron el día que cada uno comenzó a mirar en una dirección distinta, no quiero creer que el motivo de mis días grises sea que él ya no está. Pero si es cierto que nada a vuelto a parecerse, que nunca más he vuelto a sentir que amaba, y me atrevo a decir que ni siquiera he sentido ser feliz.
Es como si el verano hubiese dejado de ser verano, y sus noches estuvieran vacías.
Lo siento, siento no poder avanzar. Siento no poder decir que he conseguido por fin volver a sentirme viva. Siento que él esté detrás de cada canción que me saca las lágrimas. Lo siento por mí, porque es mi corazón el que no para de perder batallas, porque son mis días los que transcurren a una velocidad de vértigo sin que nada aquí dentro cambie lo más mínimo.
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