Ya no se qué es real y que no. Hubo tantos "te quiero" de por medio no se cuál fue realmente el verdadero. De tantas caídas aprendí a levantarme cada vez más rápido, pero eso no significa que no haya vuelto a caer otra vez en el mismo error, escuchando te quieros, para luego jugar con mis sentimientos y dejarme ahí tirada en un rincón. Sí, supongo que voy a seguir equivocándome por mi fácil capacidad de enamoramiento, pero si algo aprendí es que no voy a volver a derramar ni una sola lágrima más por aquellas personas que no se molestaron en derramarla nunca por mí.
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