martes, 4 de septiembre de 2012

Cada vez me importa menos lo que piensan los demás, que no es bueno que haga todo lo que puedo para que estemos juntos.

Odio esa puta necesidad de pedirte perdón incluso en situaciones en las que sé que no tengo la culpa, que ni siquiera es necesario discutir. El miedo a perderte es tan grande que necesito solucionar lo que sea con tal de que dejen de temblarme las piernas.

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