jueves, 15 de noviembre de 2012

Apostar.

Todos los días tenemos que tomar decisiones. Algunos lo llaman decisiones, pero yo creo que son apuestas, porque toda decisión implica un riesgo, a veces ganás, a veces perdés.
A veces perdés tanto que desearías no haber echado esa ultima mano de cartas.
A la hora de apostar, podés ser conservador o arriesgarlo todo, lo cierto es que no se como se sale ganando más.
Qué difícil es entender la vida, cuando te saca algo que te importa de verdad, de repente ves que perdiste la apuesta y no tenés energía ni para levantarte de la mesa.
Pero las apuestas las hacemos a diario, muchas veces estás a punto de perder algo y ni te enterás.
Dicen que la fortuna favorece a los audaces, yo creo que los audaces son los que buscan las oportunidades de tener suerte.
Capaz, no sea tan importante perder o ganar, sino luchar hasta el final.
Podés apostar plata, el afecto de los demás, tu futuro profesional, incluso tu propia vida, podés apostar TODO a una sola carta, con tal de no perder lo que más te importa.
Pero nos guste o no hay que seguir apostando, no te podés levantar de la mesa de juego porque siempre va a haber quien quiera hacer trampas y quedarse con nuestras fichas, cada operación entraña un riesgo, cada paciente que te confía su salud te da todo lo que tiene y cuando ganás, la recompensa es enorme.
Es posible perder y ganar, todo en la misma jugada, pero es un equilibrio muy complicado.

Ganar
Perder
Volver a ganar
Volver a perder
Capaz lo más complicado de todo sea decidir cuánto querés apostar...

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