lunes, 26 de noviembre de 2012


Creía que ya todo estaba perdido, no encontraba la puerta a la felicidad, ni cómo salir de todo ese mal que me rodeaba sin salir lastimada. Ya no conocía la palabra alegría, mis días eran basados en llantos y recuerdos. Hasta que con el pasar de los días fui entendiendo que no todo está perdido, que lo último que se pierde es la esperanza, siempre va a haber alguien que esté ahí para iluminarme la cara. Y en estos días lo único que obtuve fue amor, hay alguien que me llena de alegrías, de risas, de besos y abrazos todos los días. Algo que ya había olvidado que existía en la realidad. Porque hubo un tiempo en el que amé con todo mi corazón pero un día todo eso que tanto quería se fue apagando y ahí fue el momento en el que creí que estaba todo perdido.
Ahora puedo decir que me equivoqué. Ahora puedo sonreír de nuevo, puedo mostrarles a todos que por más oscuridad que haya siempre, pero siempre sale el sol. El tiempo lo logra todo, solo hay que tener fe, esperanza y paciencia.

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