domingo, 5 de febrero de 2012

Guardate un as, no entregues tu corazón!

Me tropiezo en la misma esquina hace más de 3 años, sabiendo que tengo que saltar la baldosa quebrada porque abajo se acumula agua y tiembla y eso provoca que me tropiece.
Tendría que dejar de soñar tanto, no porque tenga nada de malo, por el contrario está bueno hacerlo un poco, nos nutrimos de bellas utopías, pero en mi caso vivo de ellos, y eso si que está muy mal, ya que se crean falsas ilusiones.
Tengo que dejar de luchar sola, no está bueno si no hay un oponente, es como jugar contra la nada, como querer ganar yo misma una partida de ajedrez, la verdad parezco loca luchando y remándola, no se a qué juego realmente, estoy por hacer "hacke mate", (pero la que caería soy yo, yo sola, me auto-lastimo), algunos lo llaman ser masoquista, otros ser boluda.
Yo creo que me estoy midiendo, mido de que soy capaz de dar, de perder, de ceder, de inmolar por alguien. (en este caso particular) esta misma metáfora por así decirla, podemos usarla cuando hablamos de una relación, peleamos por personas que no son capaces de reconocernos, ni siquiera saben que existimos, ellos ya dieron vuelta de página, ya se olvidaron de nosotros. También tengo que dejar de perdonar lo imperdonable en numerosas ocasiones y dejar de lagrimear. No puede saber que yo lloré por él, no puedo darle esa fortaleza, no puedo dejarlo verme débil.
Tengo que dejar de dar TODO por NADA.

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