sábado, 18 de febrero de 2012

Que se entere el mundo entero que te quiero. Que lo sepan, que digan lo que quieran.

Yo solo voy a sentarme acá, a esperar algún llamado que sé que nunca voy a recibir, posiblemente espere cruzarte por alguna de las calles solitarias que recorro día a día, y hasta crea que vas a saludarme, que me digas que me querés tanto o casi como yo a vos, y todo estará bien. Ojalá. Ojalá todo fuera más fácil. Porque últimamente estoy en un infierno del que no puedo salir. Extrañarte se convirtió en costumbre, y no hay nada peor que acostumbrarse. No quiero necesitarte, no quiero sentirte. Sé que nunca vas a ser mío. Pero la imaginación, o quizás el mismo corazón no me lo permiten. No me puedo permitir olvidarte, no puedo evitar quererte cada día un poco más. Estás más distante de lo que solíamos estar. Sí tan solo pudieras imaginarte el dolor que me causa tu ausencia, presente en cada uno de mis días.
Que mierda es todo... Salí de mi vida por favor... O viví a mi lado, te lo suplico, quiero que el sufrimiento se termine... Me intriga tanto saber, si vas a seguirme perturbando la cabeza todo el tiempo, literalmente, aun después de que dejes de lastimarme, si es que en algún momento caes en mi brazos. ¿Sos vos o es tu capacidad de lastimarme tan exquisitamente lo que me tiene así? ¿Loca? ¿Obsesionada? Enamorada definitivamente. Sí, esto es, siempre fue amor. Lo sé, porque lo sentí desde la primera vez que te vi. Ese momento en el que no necesitaba nada más, porque vos eras todo lo que quería. Estoy tan decepcionada. ¿Cuánto tiempo invertí? Invertir amor, para ganar dolor y hacer un canje por experiencia. ¿La vida es eso? ¿Y si no quiero llevarme la experiencia? ¿Y si en cambio sos vos lo que me quiero llevar?
No podría explicarte cómo se siente sufrir cuando el motivo sos vos, no me creerías.
Este infierno que se crea con tu ausencia, se extingue en un segundo con una sola palabra tuya dirigida a mí. ¿Cómo haces para tener tanto poder sobre mí? ¿Quién te lo permitió? ¿Fui yo la idiota que creía que solo con tiempo bastaba? El tiempo se me está yendo de las manos, ya no tengo control. Sos cada vez más adictivo, y más doloroso. Tu evitación, tu lástima, hasta tu mirada que se corre cuando se cruza con mis ojos, me matan poco a poco. Y veo como mí corazón se rompe en mil pedazos más cuando te alejás. Te juro que no le deseo a nadie esto, porque es el dolor más fuerte que se puede sentir. Sí tan solo, tuviera una oportunidad, y la vida me jugara a favor, todo sería diferente… La vida tiene extrañas formas de probarnos. Y vos sos una, que no sé cómo mierda la voy a tener que superar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario